Triunfalismo sin argumentos en el día de Castilla-La Mancha
Roberto García-Minguillán de Gregorio · Tarde plomiza y desesperante, con ejemplares deficientes de presentación, y desesperadamente vacíos de casta y fuerza; tan sólo el quinto levantó las esperanzas "que aún quedaban", para una tarde sin historia en Alcázar de San Juan.
Con apenas un cuarto de aforo cubierto, en tarde de mucha calor y retransmitida a través de las cámaras de Castilla la Mancha, se celebró un festejo taurino, conmemorando el día de la región, en la que saltaron al ruedo, toros de la ganadería manchegas de Antonio Aguado (1º, 2º, 3º Y 6º) y Hermanos Víctor Romero (4º y 5º).
Eugenio de Mora abría el cartel y apenas pudo brillar con el inválido que abría plaza, en labor de enfermero, el de Mora se quitó la espina en el cuarto de la tarde, en el que templo la noble e inválida embestida del de Víctor Romero; aunque sin llegar al tendido, tan sólo en los últimos compases de la faena, con varios circulares y una buena tanda por el pitón izquierdo, tocó pelo en cada una de sus intervenciones, en tarde embalada, en cuanto a trofeos, sin peso alguno.
El albaceteño Antón Cortés con un lote de escaso lustre, dejó para el recuerdo un ramillete de verónicas de recibo, templadas, son sumo gusto y ganando terreno, con media antológica, en el toro que finalmente fue devuelto, con sus oponentes, el albaceteño tomó sus ventajas, faltando acople en todo momento, en faenas largas donde primó la cantidad a la calidad, destacando en los remates de cada serie; de nuevo, el presidente se vio envuelto en un triunfalismo engañoso concediendo un benévolo premio de dos orejas, una de cada toro.
Lo más destacado del festejo llegó de las telas del local, Aníbal Ruiz, en su primero poco pudo hacer el de Alcázar de San Juan, y que además mató mal, y cortó una oreja pueblerina; mientras que con el quinto, noble, pero sin fuerzas, se le vio la raza y la entrega que ofrece cada tarde, no hubo delicatesen, pero sí, un alentador saludo capotero, con varias largas cambiadas desde el tercio, y una faena pulcra, ante un toro que no lo mereció, muy listo el diestro, no bajo la mano, para evitar que no rodara por los suelo y no se desplomara la obra, muy firme y asentado cuajó series ligadas y que llegaron al graderío, con un artístico y variado remate de faena, aunque pinchó arriba, en el segundo intento no falló y enterró por completo el acero, y las dos orejas a la buchaca, declarándose el triunfador de la tarde.
PLAZA DE TOROS DE ALCÁZAR DE SAN JUAN, (Ciudad Real) Día 31 de mayo de 2012, Día de Castilla-La Mancha
Un cuarto de aforo cubierto
Toros de Antonio Aguado (1º, 2º, 3º Y 6º) y Hermanos Víctor Romero (4º y 5º)
Eugenio de Mora (oreja y oreja).
Aníbal Ruiz (oreja y dos orejas).
Antón Cortés (oreja y oreja).
Los tres diestros salieron a hombros por la puerta grande el coso manchego.
Festejo televisado a través de las cámaras de la televisión autonómica.